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Romerías a la Virgen de Ujué

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  • Izendapena:
    La Romería de Ujué
  • Beste izendapen batzuk:
    La Romería de Uxue Romería a la Virgen de Ujué
  • Erregistroa:
    0001
  • Ondare mota:
    Patrimonio cultural inmaterial
  • Adierazpen mota:
    Compleja
  • KOMaren alorra:
  •       - Praktika zeremonialak
  •       - Lan eta jai erritualak
  • Banakako informatzaileak:
    Ayesa Sendoa, Paco
  • Eragileak:
  •       - Museo Etnológico de Navarra Julio Caro Baroja
          - Pyrene P.V.

Si echamos mano de la Gran enciclopedia de Navarra, las romerías siempre mantuvieron un carácter penitencial, desde la Edad Media hasta principios del siglo XVIII. Aunque comparte protagonismo con su rasgo votivo, esto es de veneración de algún santo, en este caso de Santa María de Ujué. Sin olvidar el espíritu popular, festivo y gastronómico que en muchas de ellas impera (Gran Enciclopedia de Navarra, consultado 27/02/2018)

La peregrinación como condena, no es muy frecuente en esta zona. Nos ha llegado el testimonio de Sancho, un pescador de Estella, que por matar a un vecino es condenado a peregrinar a Ujué. La reina Juana, esposa de Carlos II dicta al condenado lo siguiente: “en romería a Sancta María de Uxue et ofrecer i una trocha de quatro libras de cera por la salud del rey nuestro señor et nuestra criazon” (Martínez Álava, 2011, p. 61)

Se conoce que la romería en algún momento perdió parte de su carácter penitencial, cobrando protagonismo la festividad y el júbilo. Es por esto que algún obispo trató de suprimirlas. En 1615, se pide permiso al obispo del momento para hacer la romería a Ujué, para pedir por la necesidad de lluvia. El obispo les da permiso, pero ruega la mayor devoción y modestia en cuanto a comida y refrigerio que fuesen tomados durante los actos. (Lorente Martinena, 1994, p. 55)

Es la romería en Navarra expresión característica de su historia y cultura, se suele decir que “en esta tierra casi no existe monte sin ermita ni pueblo sin romería.” (Martínez Arce, Mª Dolores, 1996: 221) Esta expresión sería exagerada de no ser porque en Navarra se celebran romerías los doce meses del año, siendo los meses de mayor concentración Mayo y Junio. Esto puede deberse a que la entrada en la península para los peregrinos de la ruta jacobea, se hiciera precisamente por Navarra, (Martínez Arce, Mª Dolores, 1969:219).

El carácter procesional es común a casi todas las romerías, siendo el momento de camino hacia la ermita el de mayor protagonismo.

Desde los pueblos de origen hasta Ujué.

Desde Tafalla a Ujué, hay unos 20 km a pie. Los peregrinos suben hasta San Martin de Unx y de ahí a Ujué. Hacen un alto en la Cruz del saludo para encontrarse con los romeros de otros pueblos, y de ahí parten hacia el Santuario.

En cuanto a los romeros de Tafalla.

Salen de la Iglesia de Santa María de Tafalla a las 5:30 de la madrugada. En torno a las 7:30 llegan a San Martin de Unx, y de nuevo emprenden camino sobre las 7:45.

Sobre las 8:45, y después de pasar el puente de Ujué, hacen una parada para almorzar.

Alrededor de las 9:20 todos los pueblos se unen en la Cruz del saludo y de nuevo continúan camino hasta el Santuario sobre las 9:40.

A las 10:30 da comienzo la misa Mayor en el Santuario y posteriormente a las 12:00 se celebra la misa de los Auroros.

A las 15:45 se oficia el rosario de despedida y a las 16:10 los peregrinos salen de la basílica.

Finalmente a las 16:30, los pueblos se despiden en la Cruz del saludo, a las 18:00 se celebran las Auroras en San Martin de Unx y en torno a las 21:00, los romeros de Tafalla entran en su pueblo.

No está claro el origen de la romería en Ujué. De acuerdo a la tradición es en torno a  1043, fecha que coincide con la batalla de Barranquiel en el término de Tafalla. El rey de Aragón, D. Ramiro, es acusado de estar en favor de los reyes moros de las taifas de Tudela, Zaragoza y Huesca. Esta situación hace que el rey de Navarra D. García, se enfrente al de Aragón, en la batalla que se conoce con el nombre de “La arrancada”. Este suceso se considera que origina la primera peregrinación de los romeros de Tafalla, con motivo de agradecimiento a la virgen de la paloma por su ayuda cuando las tierras de Cidacos se hallaban sitiadas por los moros.

La romería de Ujué es una tradición que conserva sus rasgos significativos desde sus orígenes hasta la actualidad.

Santa María de Ujué

Cada localidad promueve su respectiva peregrinación.

Podemos destacar la Hermandad de los Doce Apóstoles que antiguamente era conocida como la Hermandad de Esclavos de la Virgen de Ujué, sus orígenes la formaban sacerdotes “Los Doce” Los primeros documentos que se conservan de esta romería, datan de 1697, aunque se considera que su nacimiento es anterior a dicha fecha. Desde entonces (1697), solo ha dejado de celebrarse tres años. En la actualidad, sale de la parroquia de Santa María de Tafalla, a las doce de la noche creceros van con farol y báculo, acompañados de un sacerdote capellán de la Hermandad. El viaje de ida se realiza en silencio y en procesión. Una vez en el santuario celebran la Eucaristía, posteriormente desayunan y sobre las seis de la madrugada se ponen en marcha de regreso. A mitad del trayecto paran a almorzar en una caseta que tienen preparada. La llegada a Santa María de Tafalla se supone para las doce del mediodía. (Lorente Martinena, 1994, pp. 58–59) Los Doce no peregrinan el mismo día que la Romería grande, Los Doce de Tafalla lo hacen el 1 de Mayo. Los de Olite también tienen su romería de “Los Doce”, estos suben el domingo de Pentecostés. Salen de la parroquia de San Pedro y llegan a la de Santa María. Tal vez para evitar confrontaciones entre las dos parroquias, que conservan cierta rivalidad histórica.

Sin determinar

Santuario/Fortaleza de Santa María de Ujué.

Arco de Coronación Canónica de la Virgen de Ujué

Cruz del Saludo

 

Imagen de la Virgen de Ujué.

Indumentaria tradicional: túnica, cruces, cadenas.

Cantos a la Virgen de Ujué.

Leyenda de la paloma.

Transmisión de generación en generación. Importancia de las hermandades.

Intergeneracional.

Problemas de relevo generacional por la secularización.

Buena vitalidad.

Sin problemas.

Más carácter identitario y menos religioso.

Problemas de relevo generacional.

Secularización.

Pérdida de especificidad.

Incorporar a jóvenes.