Lizaso
Zona vascófona
El término confina al N con el monte comunal del valle de Ultzama, al E con Alcoz, Iraízoz, Cenoz, Guerendiáin y Galáin, al S con Guelbenzu y Olano, y al O con Gorronz, Lizaso y Larraínzar.
Comunes, 113 Ha (2 de prados, 8 de pastos, 102 de monte maderable).
En su término se sitúa parte del sector dolménico de Ultzama, concretamente el túmulo Maxkar.
Lugar del señorío realengo, liberado de pechas (1494) por los reyes Catalina y Juan III.
En 1847, el vicario de la parroquia era presentado por los vecinos; sólo contaban con caminos locales. Tenían un molino harinero.
Enlaces a archivos de interés:
Archivo General y Real de Navarra
Archivo Diocesano del Arzobispado de Pamplona y Tudela
Portal de Archivos Españoles (PARES)
Enlaces a hemerotecas de interés:
Hemeroteca del Diario de Navarra
Hemeroteca del Diario de Noticias
Hemeroteca de la Biblioteca Nacional
Iglesia de los Santos Simón y Judas
Es un edificio realizado en piedra, en época barroca (siglo XVII) recientemente restaurado. Tiene planta de cruz latina, cabecera de testero recto y una esbelta torre campanario de tres pisos (los dos últimos achaflanados) adosada al lado derecho de la nave en la zona de los pies. El acceso se localiza en el lado de la epístola, con puerta de arco de medio punto cobijada por un pórtico de construcción reciente. El sistema de cubierta en la nave, transepto y capilla mayor es de bóveda de lunetos y en el crucero de bóveda de crucería simple. El coro se sitúa a los pies en el primer tramo de la nave y la sacristía de planta cuadrada se halla adosada a la cabecera por el lado de la epístola. El retablo mayor, de moderna factura, se enriquece con tres imágenes en madera de notable valor artístico. La más antigua es la Virgen con el Niño que procede de la derruida ermita de Nuestra Señora de Udoz, de la que fue titular, talla gótica de influencia francesa, de la primera mitad del siglo XIV. Las dos restantes -representan a Santa Bárbara y a un profeta- y formaron parte de una misma obra de carácter romanista, el retablo realizado por Miguel de Espinal, entre 1553 y 1590, fechas que coinciden con su labor como imaginero.