Muneta
Zona no vascófona
Situado al pie de la sierra de Lóquiz. El término confina al N con a sierra de Lóquiz, al E con Galdeano, al S con Larrión y Eulz, y al O con Armendia.
Aparece documentado ya en 1082 como apellido locativo. Era lugar de señorío realengo, que en 1280 debía una pecha anual de 12 sueldos más 6 cahices de trigo y otros tantos de cebada y avena. El rey Carlos II entregó sus rentas, con las de todo el valle de Allín, a Beltrán Vélaz de Guevara (1368); un siglo después las disfrutaron por concesión de Juan II Fernando Vélaz de Medrano (1458) y Juan Martínez de Eguía (1463) y, finalmente, los soberanos Catalina y Juan III instituyeron con ellos (1496) una capellanía en la catedral de Pamplona. El monasterio de Iranzu poseyó heredades en su término desde el siglo XIII.
Pertenece al corriedo de Larrión. En 1847 el abad de la parroquia era presentado por los vecinos. Hasta 1771, la iglesia parroquial se hallaba fuera del caserío del lugar, en el paraje que en 1847 se llamaba, Elizarra. A comienzos del siglo XX se constituyó una Caja a rural.
Enlaces a archivos de interés:
Archivo General y Real de Navarra
Archivo Diocesano del Arzobispado de Pamplona y Tudela
Portal de Archivos Españoles (PARES)
Enlaces a hemerotecas de interés:
Hemeroteca del Diario de Navarra
Hemeroteca del Diario de Noticias
Hemeroteca de la Biblioteca Nacional
La edificación de la parroquia de San Vicente, obra de Andrés de Iturmendi, data de comienzos del siglo XVII. Se trata de una construcción sencilla de planta rectangular con tres tramos de nave y ábside cuadrangular, todo cubierto con bóvedas de medio cañón con lunetos y de arista en la cabecera. Pórtico, sacristía y torre a los pies completan la construcción. El retablo principal barroco dedicado a San Vicente, y realizado hacia el año 1700, aloja diversas tallas, entre ellas la Virgen del Rosario, imagen gótica del siglo XIV avanzado; los colaterales pertenecen al rococó tardío. De la segunda mitad del siglo XVIII es el retablo de San Martín, en la ermita a él dedicada. En el caserío diseminado sobresale una casa del siglo XVI con elementos góticos tardíos.
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