Villatuerta
A) Zonificación según la Ley del Vascuence
Zona no vascófona.
B) Estadísticas sociolingüísticas
Fuente: Instituto de Estadística de Navarra (IEN). Censo de 2001
C) Mapas dialectológicos
Atlas Lingüístico y Etnográfico de Aragón, Navarra y Rioja (ALEANR) (Alvar, 1979-1983)
D) Recopilaciones y estudios monográficos sobre el habla y el vocabulario de la localidad
Limita al N con Yerri, al E con Cirauqui y Mendigorría, al S con Oteiza y al O con Aberin y Estella. El municipio se extiende desde el Ega, en las cercanías de Estella, en dirección NO-SE. Topográficamente es un territorio más o menos llano, excepto en su extremo N (585 m) y en el centro, donde hay una serie de colinas como Alto de las Canteras (567 m), Musquilda (565 m), Mansién (675 m) y Monte Eskinza (730 m). En él afloran rocas detríticas: conglomerados, areniscas y arcillas del Oligo-Mioceno en el NNO, y por el resto, masivamente, areniscas y arcillas con paleocanales del Mioceno, plegados en sinclinal. En las cercanías del Ega y su afluente el Iranzu (que pasa por la villa) los aluviones cuaternarios tapizan los materiales antes citados.
HERÁLDICA MUNICIPAL. Trae de azur y una mitra abacial de oro sobre un báculo y una alabarda del mismo metal cruzados en sotuer. Todo ello sobre una triple arcada de medio punto de oro. Bajo el arco central un cazador empuñando una lanza, secundado en los laterales por sendos ciervos afrontados. Simboliza la parte superior de los atributos abaciales de San Veremundo, al que los de Villatuerta señalan su villa como lugar de nacimiento, y la inferior una piedra labrada de época romana que hoy se conserva en el Museo de Navarra.
CASA CONSISTORIAL. Construida en 1925 para uso de ayuntamiento y de escuelas. Es de mampostería y su arquitectura es similar a la de las edificaciones del lugar. Tuvo otra anterior en un solar contiguo que actualmente se encuentra en estado de semirruina.
Su ayuntamiento está regido por alcalde y seis concejales.
HISTORIA. En su término se hallaron dos inscripciones funerarias romanas, una de ellas en el lugar denominado Epelva, cerca del camino de Mendigorría, dedicada a «Octavia, hija de Pudente, de treinta años».
Antiguo lugar de señorío realengo que, sin embargo, albergaba en 1079 al menos cinco familias de estirpe nobiliaria («seniores»). El rey Teobaldo I confirmó a sus vecinos los derechos de «costería» por 7 cahíces de trigo y 3 de cebada al año. En 1280 debían en concepto de pecha anual 200 sueldos, más 80 cahíces de trigo y otros tantos de cebada y avena. Beneficiado luego con las rentas señoriales, el linaje de los Medrano las enajenó a la Corona (1342) y, como el concejo había aportado a esta transacción la suma de 6.000 sueldos, la villa fue vinculada con carácter perpetuo al patrimonio de la Corona. Con todo, Carlos III la dio (1418) a Ferrón Pérez de Ayala. Su «monasterio» de San Miguel lo había transferido por donación (1061) Sancho Garcés IV el de Peñalén a la abadía de Leire, la cual era titular además de un término que en 1079 habían invadido y roturado los vecinos de las cercanas villas de Oteiza y Echávarri. El mismo cenobio incrementó sus posesiones entre finales del siglo XI y comienzos del XII mediante donaciones o permutas e incluso la compra de un «palacio» (1098); y, alegando un falso diploma atribuido al obispo pamplonés Juan, consiguió que se le rec¬nocieran (1150) los derechos de la «cena» episcopal sobre la parroquia. Pero ésta había sido usurpada (1197), probablemente por Sancho VII el Fuerte, y el patronato de la misma finalmente a la mitra por renuncia (1320) de Felipe II (V) el largo. Este mismo monarca eximió (1319) a Leire de la «cena» que podía corresponderle por razón de sus heredades. Entre el término de la villa y el de Lorca existió (1175) un hospital de peregrinos.
En 1545 el aún príncipe heredero Felipe, a la sazón gobernador del Reino de Navarra, dio mandamiento para que los vecinos de Villatuerta pagasen cuatrocientos robos de trigo y doscientos de avena de la pecha que debían al rey y que no habían satisfecho «desde que habían finado los cincuenta años en que los reyes Juan y Catalina les redujeron dicha pecha a la mitad». En 1630, la pecha que pagaban al rey ascendía sin embargo a sólo doscientas fanegas de trigo, 120 de avena y 75 tarjas en dinero; acababan de pedir a la corona que se les cambiara el nombre de pecha por el de censo perpetuo, y el monarca lo concedió a cambio de un donativo de 60.000 reales de plata doble que el pueblo dio al erario. El mismo año, compró al propio rey la jurisdicción civil, baja y mediana, por ochocientos ducados. La villa formó parte del valle de la Solana hasta que éste desapareció como unidad administrativa en 1845. Desde entonces, Villatuerta quedó como ayuntamiento separado, si bien su situación administrativa apenas cambió, porque ya funcionaba como tal, tras la compra de la jurisdicción civil en 1630.
Al mediar el siglo XIX contaba con escuela, dotada con 2.000 reales al año; servían la iglesia un vicario y un beneficiado; proveían el primero el rey y el pueblo «en concurso»; el segundo el rey mismo y el obispo. Los caminos eran locales pero en buen estado y funcionaba un molino harinero.
Hacia 1920 las escuelas eran ya dos, acababa de constituirse una Caja rural; funcionaba una fábrica de harinas y diversos talleres
Enlaces a archivos de interés:
Archivo General y Real de Navarra
Archivo Diocesano del Arzobispado de Pamplona y Tudela
Portal de Archivos Españoles (PARES)
Enlaces a hemerotecas de interés:
Hemeroteca del Diario de Navarra
Hemeroteca del Diario de Noticias
Hemeroteca de la Biblioteca Nacional
ARTE. El edificio más importante es la parroquia de la Asunción que
tiene su origen en una fábrica medieval de hacia 1200 que debió ser
destruida en 1378 cuando los castellanos incendiaron la villa, suceso
tras el cual se reconstruyó en estilo gótico a finales del siglo XIV.
En los siglos XVI y XVIII se hicieron diversas obras. Responde al tipo
de iglesia de nave única de tres tramos con capillas-hornacinas entre
los contrafuertes y cabecera pentagonal. Tiene coro a los pies sobre un
arco rebajado. La torre es un resto de la iglesia románica y del mismo
estilo es la portada del muro de la Epístola que procede de la ermita
de San Román. En su interior los pilares adosados poligonales con sus
capiteles historiados y de hojarasca naturalista y de las cubiertas de
crucería en la nave y gallonada en la cabecera responden al estilo
gótico. A este mismo estilo pertenece la decoración de las claves que
llevan figuras y escudos. Las ventanas son apuntadas con abocinamiento
y algunos ventanales son geminados y trilobulados. La portada
principal, abierta en el lado del Evangelio, es gótica y se abocina
mediante seis arquivoltas baquetonadas que apoyan en otros tantos
baquetones de capiteles cónicos y basas poligonales. Cubre la portada
un pórtico del siglo XVIII realizado por Juan Martín de Oteiza, el
mismo maestro que realizó la sacristía. En el muro del lado del
Evangelio se conservan restos de pinturas murales góticas que
representan dos figuras y partes de otras. En su interior destaca el
conjunto de retablos formado por el mayor y los colaterales. El mayor
se fecha a mediados del siglo XVII y fue realizado por Pedro Izquierdo
y el escultor Juan Imberto III. El dorado del mismo es obra de Miguel
de Ibiricu y Juan Ibáñez y fue trazado por Juan de las Heras, pintor de
Asiáin. Su traza en artesa se compone de banco, dos cuerpos divididos
en tres calles y formados por columnas de fuste estriado y entorchado.
Se remata con un ático recto coronado por frontón curvo partido
terminado en volutas con pirámides en los extremos. El banco tiene
escenas de la Pasión de Cristo. En el primer cuerpo hay relieves con
escenas de la vida de San Veremundo y en el segundo la Anunciación y la
Visitación centran la talla de la Asunción, obra que realizó en 1793 el
escultor de Sesma, Ramón de Villodas.
Los retablos colaterales
de Santa Catalina y San Miguel son de traza idéntica, obras de Pedro de
Troas realizadas en 1596 y policromadas por Miguel de Salazar entre
1599 y 1605. El estilo de los relieves y figuras es romanista. La
parroquia guarda diversos cálices, crismeras y otros objetos de plata.
Algo
alejada del pueblo se halla la ermita de San Miguel, antiguo monasterio
que fue donado en 1062 a Leire por el rey Sancho el de Peñalén. Muy
problemática es la fecha de la iglesia, datable para unos autores en el
siglo X y para otros en el siglo XI según se estimen prerrománicos o
románicos los relieves que albergaba o se interprete su polémica
inscripción.
La planta de la iglesia, convertida hoy en ermita,
forma un rectángulo irregular de cabecera plana, aunque existen restos
de una cabecera semicircular. Su exterior presenta sillares irregulares
aunque se halla muy reconstruido. Quedan restos en el interior de
columnas cilíndricas sobre las que apoyaban los fajones. Tenía unos
relieves que se hallaban empotrados en el muro y hoy se guardan en el
Museo de Navarra. Son de estilo popular y tosco que representan a un
obispo a caballo, un Cristo Crucificado, un San Miguel y dos
personajes; uno revestido y otro portando una cruz. Todo ello se ha
interpretado como la celebración de la misa o la ceremonia del Bautismo.
En
el casco urbano se localiza la ermita de San Román dividiendo los dos
barrios del pueblo, de estilo románico y cabecera semicircular que hoy
se halla abandonada.
Arquitectura civil: El rasgo que da carácter al pueblo es el río que lo atraviesa, dividiéndolo en dos barrios. Un puente románico de fuerte pendiente permite cruzar el río. Abundan las casas del siglo XVI, XVII y XVIII, destacando en este último siglo la que tiene un blasón con las armas de los Izcue.
Enlaces de interés:
A) Documentos digitalizados (públicos y privados) de interés para la localidad
B) Enlace al archivo municipal
C) Otros archivos con documentos relevantes sobre la localidad
Archivo General y Real de Navarra
Archivo Diocesano del Arzobispado de Pamplona y Tudela
Catálogo Monumental de Navarra II* Merindad de Estella
M. C. García Gaínza, M. C. Heredia Moreno, J. Rivas Carmona y M. Orbe Sivatte, (Pamplona, 1983), p. 643-657.
OBRAS DE REFERENCIA:
- García Gainza, María Concepción (Dir.) (1985...): Catálogo Monumental de Navarra, Pamplona: Gobierno de Navarra.
- http;\www.navarra.es
- Jimeno
Jurío, José Mª (Dir.) (1990-1994). Toponimia y cartografía de Navarra -
Nafarroako Toponimia eta Mapagintza. Pamplona, Gobierno de Navarra. - Jimeno Jurío, José Mª (2004). Diccionario histórico de los municipios de Navarra. Pamplona, Pamiela, 2 vol.
- López
Sellés, Tomás (1974): "Contribución a un catálogo de ermitas de
Navarra", en Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra, VI, núm.
18, p. 492. - Pérez Ollo, Fernando (1983): Ermitas de Navarra, Pamplona: Caja de Ahorros de Navarra.
- VV. AA. (1984). Enciclopedia Histórico-Geográfica de Navarra. San Sebastián, Instituto Geográfico Vasco - Haranburu.
- VV.AA. (1990). Gran Enciclopedia de Navarra, Pamplona: Caja de Ahorros de Navarra.
Enlaces de interés:
Red de Bibliotecas Públicas de Navarra
Fondo de Publicaciones del Gobierno de Navarra
Biblioteca de la Universidad Pública de Navarra
Biblioteca de la Universidad de Navarra