Aras
Zona no vascófona.
Limita al N con Aguilar de Codés y Azuelo, al E con Bargota y al S y O con Viana.
El término de Aras se extiende por el somontano de Viana-Los Arcos en un plano suavemente inclinado de N a S (de 840 a 520 m), accidentado por una serie de barrancos que van a parar al arroyo de Valdevarón. Salvo los depósitos aluviales y coluviales de los glacis y fondos de los valles, todo el territorio pertenece al Oligo-Mioceno detrítico, constituido por una serie alternante de areniscas y arcillas suavemente inclinadas al S o dispuestas en capas horizontales.
Clima
El clima es de tipo mediterráneo, aunque las precipitaciones anuales sean relativamente altas (600-800 mm) y caigan en 80-100 días, el verano es claramente seco; la temperatura media anual ronda los 8º -10º C y la evapotranspiración potencial los 650-725 mm.
Flora
El carácter mediterráneo del territorio lo pone de manifiesto el olivo y el hecho de que cultiven también el espárrago de secano y el almendro. No queda nada de los encinares que cubrieron el municipio antes del poblamiento humano. La superficie forestal arbolada corresponde a un pequeño pinar de repoblación.
HERÁLDICA MUNICIPAL. Trae de azur y tres aras o iglesias de oro. Por timbre un yelmo empenachado.
CASA CONSISTORIAL. Fue construida hacia 1835. La última reforma se llevo a cabo en 1978. Consta de planta baja y dos elevadas. Tiene porche sobre pilares construido en piedra de sillería.
Alberga en su edificio el consultorio médico y la Cámara Agraria Local.
HISTORIA: En 1044 figura
entre los lugares reconocidos por el rey GarcíA III el de Nájera a favor del
monasterio riojano de San Julián de Sojuela, incorporado luego a Santa María de
Nájera. A finales del siglo XII el Obispo de Calahorra reivindicaba sus
derechos sobre la iglesia del lugar. Este quedó inscrito como aldea de Viana
seguramente desde la concesión de fuero de esta última localidad. El convento
franciscano de San Juan del Ramo, fundado al parecer por el príncipe Carlos de
Viana (1140), se trasladó dos siglos más tarde a Viana.
En la Edad Moderna
su historia principal es la de Viana, a que perteneció. Por esto durante el
Antiguo Régimen gobernaba el lugar un alcalde pedáneo, elegido por el pueblo.
En 1849 ya tenía escuela, dotada con 100 robos de trigo al año. Contaba también
con un molino harinero. Con la reforma liberal de la Administración, en
la primera mitad del XIX, continuó dentro del municipio de Viana: pero el 3 de
mayo de 1853 se constituyó el ayuntamiento independiente. Entrando el siglo XX
eran dos los molinos que funcionaban en su término.
Enlaces a archivos de interés:
Archivo General y Real de Navarra
Archivo Diocesano del Arzobispado de Pamplona y Tudela
Portal de Archivos Españoles (PARES)
Enlaces a hemerotecas de interés:
Hemeroteca del Diario de Navarra
El Casco urbano de este lugar lo preside la parroquia de Santa María, de cuya fábrica medieval de comienzos del siglo XIII sólo subsiste el tramo de los pies con bóveda de medio cañón apuntado.
El aspecto actual del templo obedece a la reconstrucción gótico-renacentista que entre 1549 y 1578 efectuaron Juan de Goyaz, Juan y Pedro Ochoa de Arranotegui y Juan de Orbara, maestros que por las mismas fechas se encargaron de la fachada renacentista de la parroquia de Santa María de Viana. En estas obras se construyó un tramo más de nave, de mayor anchura que el medieval de los pies, el crucero con sus brazos y la cabecera pentagonal, todo ello cubierto por bóvedas de terceletes, gallonada en el caso de la capilla mayor. La sacristía, de planta cuadrada y cubierta por bóveda de crucería, la erigió en 1575 Juan de Orbara. Está junto a la cabecera por el lado de la Epístola.
Al exterior se muestran los muros de sillería bien escuadrada con contrafuertes en diagonal, destaca especialmente la portada renacentista, concebida como arco de triunfo con el medio punto de ingreso entre pilastras acanaladas; sus enjutas se decoran con dos ángeles portadores de símbolos de la Pasión. Sobre el tramo medieval de los pies y aprovechando sus estructuras se eleva la torre, que fue reconstruida hacia 1580 por Juan Larrañaga, Amador de Segura y Ramos Arizmendi, constructores también de la torre de Santa María de Viana.
En el interior del templo sobresale el retablo mayor romanista que a partir de 1594 realizó Diego Jiménez, miembro importante de esta familia de escultores del taller de Viana-Cabredo. Su mazonería presenta una traza manierista con alto banco y dos cuerpos de tres calles y dos entrecalles formadas por columnas compuestas y machones dobles respectivamente, albergando relieves de la vida de la Virgen y otros ovales de los Evangelistas, todos ellos claramente influenciados por el arte de Anchieta. Este conjunto se completaba con el expositor que Francisco Jiménez, padre de Diego, hizo en 1570, actualmente convertido en retablo de la Virgen del Rosario. Elevado en un pedestal semicircular, su arquitectura se compone de dos cuerpos de planta en artesas con dobles columnillas y un remate de pilastrillas; la policromía la ejecutó Pedro Delgado en 1577.
El retablo del Santo Cristo responde a un proyecto rococó y en él se alberga una talla del titular del segundo tercio del siglo XVI, de fuerte expresividad, mientras que las demás tallas son contemporáneas del retablo.
Dentro de la población también se localiza la ermita del Santo Cristo del Humilladero, construcción del siglo XVII que tiene planta de cruz latina, cubriéndose los dos tramos de su nave por bóvedas de aristas, el crucero por una media naranja sobre pechinas y sus brazos por medios cañones con lunetos, lo mismo que la cabecera, todo ello de acuerdo con los usos arquitectónicos de esta centuria. Característica es asimismo su fachada de sillería, resuelta como un parámetro rectangular con pilastras laterales y frontón triangular roto de remate, que sirve de asiento a su espadaña, coronada igualmente por frontón recto. El titular de esta iglesia es un Crucificado renacentista del segundo tercio del siglo XVI que la preside desde un retablo manierista de la primera mitad del siglo XVIII, reducido a un único cuerpo con columnas compuestas de fuste acanalado y frontón curvo partido. En las inmediaciones del pueblo queda la ermita de San Isidro, edificio de tipo rural, y a mayor distancia, sobre un montículo camino a Viana, se encuentra la ermita de San Juan del Ramo antigua iglesia de Aldea de Soto, en la que el Príncipe de Viana fundó un monasterio de franciscanos en el siglo XV. El edificio gótico se conserva en ruina, manteniéndose en pie parte de sus muros perimetrales que definen una amplia nave rectangular con cabecera cuadrada más estrecha. Fue titular de esta iglesia la talla gótica de San Juan, atribuida al escultor borgoñón Janin de Lome, que desde el siglo XVII se venera en Viana al trasladarse los frailes franciscanos a esta ciudad. Han desaparecido las ermitas de San Martín y San Roque.
Arquitectura civil. Hay que citar algunos inmuebles de los siglos XVI y XVII, aunque merece especial mención una casa vecina a la parroquia, donde subsiste una portada protogótica de comienzos del siglo XIII contemporánea de la fábrcia primitiva de este templo.